13/3/19

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Durante el tiempo que duró esta bitácora digital fui aprendiendo más de mí mismo. Como un ejercicio de internalización y de catársis, es efectivo. Como un lugar para compartir mi opinión, mis ideas y otras cosas, no tanto. Ya no se frecuentan los blogs. Es por eso que decidí convertirlo más en mi pseudo diario personal en vez de un auténtico blog.
 Así que, si llegaste hasta acá y estás leyendo esto, te felicito por ganarte mi confianza. ¡Estás leyendo una parte de mi que no todos tienen permitido ver!
 Mi primer posteo fue una reseña de un libro que me gustó mucho. Era rebuscado y abusaba del uso de adjetivos extravagantes como en la mayoría de los publicados desde mi comienzo. Quería parecer un sabiondo de las letras y los libros. Pero nunca fui uno y nunca lo seré. Porque soy lento para captar las cosas, y mucho más para encontrar las palabras adecuadas para expresarme.
 Y, entonces, ¿por qué seguía escribiendo? Yo nunca fui alguien resiliente, que bregara por alcanzar lo que quería. No había un "la tercera es la vencida" para mí. A la segunda vez que intentaba algo y fallaba, me rendía. Me rendía fácilmente. Y hasta el día de hoy sigo con ese fantasma. 
 Quizá hay algo implícito en esta historia que se repite que pueda explicar mi inseguridad a la hora de decidir o seguir con algo. Es por eso que quizá planeaba muchos proyectos, pero solo quedaban flotando en la nada. Mis ideas no tenían ni techo ni paredes. Solo tenía los planos, pero siempre creí que no tenía los elementos ni la capacidad para materializarlas.
 ¿Qué me hace seguir con este blog? ¿Qué me motiva a seguir con mis proyectos y a animarme a fantasear con otros nuevos? ¿En qué (o quién) pienso cuando quiero levantar mi cabeza y mirar hacia adelante?
 Vos. Escribo por vos, porque nadie más que la persona a la que le confié la entrada a este blog puede leer lo que escribo y pienso a veces. Si sigo escribiendo es para vos. 
 No erradicaste mis inseguridades ni proscribiste a mis fantasmas de mí. Pero lograste que me ablande, y me aclaraste los puntos cardinales. Cuando fallo, me concedo un tregua para asimilarlo y pensar que puedo hacerlo mejor. 
 Pensás seguramente "ahí viene el derroche de palabrerías tiernas, de metáforas románticas rebuscadas, cayendo, en el intento de ser original, en la cursilería". Y... puede ser. Pero no es mi intención, por ahora. Como dice la canción, "I´m not the kind of fool who´s gona sit and sing to you about stars, girl" (insertar voz de Alex Turner).
 Quiero decirte muchas cosas.
 Tiemblo de ganas de ser yo mismo y me alegro de estar cómodo de serlo en tu compañía. No me juzgás, ni te reís de mí. Y como si fuera poco, mi incitás a liberarme, tomando en cuenta que me cuesta abrirme y expresarme.
 Me suelo embriagar de una extraña sensación hogareña cuando estoy con vos, y en tu compañía puedo disociar mi mente de la realidad. Además, el tiempo se siente inerte, se siente lo más secundario que puede haber. 
 Fui curtido por múltiples desamores. En mi pasado me desilucioné, esperando algo que nunca iba a llegar. Y el autoestima bajó. Mi inseguridad se potenció. Me convertí en un miedo errante...
 Miedo a sufrir lo mismo de siempre. Y cuando llegó el momento de intentar nuevamente, me sorprendí. Me agarraste menguando emociones, intentando ser indiferente. Me agarraste de la remera y me despertaste a cachetazos. Me sorprendiste, y rebasaste mis expectativas lentamente. Me quisiste, y me querés como nadie pudo hacerlo.
  Me siento tan inocente y vulnerable, viéndote pensar, sonreír. Imaginándote en decenas de lugares diferentes, vestida con miles de ropas diferentes, con diferentes peinados.
 Te pienso e imagino de tantas formas. Me regocijo y te disfruto. Disfruto de ese desastre que desordena mis pensamientos. Me volvés más tonto de lo que podría estar.
 Pienso que sos mucho para mí, y tengo el miedo de que algún día te a aburras de mí, como los demás hicieron. Aunque tengo muchas esperanzas de que no sea así. 
 Pero quiero decirte, mientras todavía me sigas leyendo, que te amo. Y voy a escribir por vos.

 Te amo, sin importar el momento en que estés leyendo esto. Quizá te ame más, o quizá te ame menos (en un mundo lejano y paralelo en el que los nazis ganaran la Segunda Guerra Mundial y me gustara el helado de chocolate). Pero dudo seriamente que algún día vaya a dejar de hacerlo. 

Gracias por leerme.




PD: Seguí ahorrando para Japón.

PD2: Creo que me quedé corto con este post. Por ende, te voy a tirar algún que otro palo cuando se me ocurra por acá. Es raro, pero ahora puedo entender la cursi frase "no me alcanzan las palabras para expresar lo que siento por vos".

PD3: PÓN LA CARNE EN LA CACEROLA

PD4: ily bb