Hay días en que me despierto y lo único que espero del día es que no sea tan largo para volver a mi cama y ponerme mis auriculares. Me ha costado bajarme de mi burbuja y darme cuenta de que últimamente estoy inestable emocionalmente.
Cuando vuelvo a casa busco rutas alternativas al azar, como si quisiera ir a algún lugar o escapar. Pero tengo la sensación infundada de que nunca voy a ser capaz de llegar a ningún lado y que no avanzo nunca. No tengo esperanzas en mis relaciones sociales y el encierro me parece cada vez una mejor opción. No me siento conforme con mis amistades a veces, y cada vez que conozco a alguien nuevo siempre se termina hartando de mí cuando terminan de conocerme.
Tengo el mismo miedo que la mayoría de terminar mueriendo solo, sentimiento que apaciguo un poco y acompaño con obras literarias o gráficas (uno de los que más recuerdo es Reiraku de Inio Asano).
La verdad, también he perdido el apetito últimamente, y a veces tengo ganas de vomitar. Casi que no leo libros ya, y estoy perdiendo el interés en la lectura tanto de libros como de mangas. Me despreocupo de mis obligaciones estudiantiles y de mis notas. Siento que soy una carga para todas las personas que conozco, un peso muerto para los grupos de trabajo y para mi familia.
Y no es todo, pero a pesar de que esta tristeza pegajosa y surrealista pueda ser la consecuencia de una acumulación de problemas, creo que nada he hecho para mejorar y por eso, esa metástasis que logró este sentimiento dentro de mí me está ganando, y todo eso es mérito mío.
Este posteo es para desahogarme un poco. Quisiera poder decir más, pero no soy capaz de volcar lo que siento completamente en esto. Y quisiera pensar que esta situación en la que estoy hundido solo es una digresión depresiva y melancólica típica de la adolescencia, cuando uno ya está terminando el secundario y le perturba el futuro.
Y tengo miedo. Tengo miedo de quedarme estancado. Tengo un miedo irracional que me despierta en las mañanas y me embriaga de pereza, de desesperanza. Y lo peor es que no sé el origen de esto. Es una molestia, un dolor invisible. Y no lo puedo curar, porque no lo puedo ver.
Quizá parezcan cursiladas que se podrían leer en la caja de comentarios de una canción triste de YouTube, pero ahora los entiendo. Cuando uno se encuentra algo inerte, le es imposible ser coherente y transcribir sentimientos a palabras.
Quisiera pensar que solo es una digresión pasajera en mi vida y poder volver a la normalidad.
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