Este hombre, cuya fama se debía más a su faceta de pintor que de fotógrafo, ilustrador, escultor o diseñador gráfico, creaba sus obras siempre con el acompañamiento de la música clásica, se concentró principalmente en el arte abstracto, pero en los 60 redireccionó su estilo tan único en el surrealismo. En los 70 comienza su Período Fantástico, el cual perduró por 20 años y se caracterizó por su tendencia a pintar formas fantásticas y trágicas, con unas atmósferas definidamente de caracter oprimente y post-apocalíptico. Estas obras de arte, producto de la necesidad de expresar sus inquietudes inconscientes y sueños más oscuros, fueron las que le dieron su mayor apogeo en la fama por el resto del mundo.
Estas pinturas "góticas" y de densa complejidad no representaban nada relacionado con la personalidad de su autor, ya que era alguien agradable y tranquilo. Sin embargo, no era alguien que leyera libros ni viera películas, hasta se alejaba del arte y evitba poner títulos a sus obras e interpretarlas. Decía: "Me gustaría pintar de una forma en que pudiera fotografiar los sueños".
Los últimos años de su vida fueron trágicos: en 1998 su mujer murió. Y un año después, en vísperas
de nochebuena, el propio artista encontró el cadáver de su hijo, quien se había suicidado.
Finalmente, muere asesinado el 21 de febrero de 2005. Este le había negado un préstamo a un joven, hijo de un hombre que cuidaba a Beksiński, el cual le apuñaló 17 veces. Hoy Zdzisław Beksiński es reconocido, y sus pinturas hasta hoy en día son fuente de inspiración para muchos artistas.
Acá les dejo varias de sus obras. Disfrútenlas...
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