29/5/17

El Hombre Oscuro - Poema de Stephen King

   Randall Flagg es un personaje de ficción creado por Stephen King. Este demoníaco ente es el antagonista de varios libros de este autor, además de hacer apariciones no tan importantes en otros tantos. A Flagg se lo describe como un auténtico hehicero consumado y sirviente devoto de la Oscuridad. Sus habilidades sobrenaturales se relacionan con la necromancia y la profetización. Su legado es la destrucción y la muerte, y se relaciona con la "escoria de la sociedad".
  Es llamado "El Hombre Oscuro", pero también se hace llamar de distintas maneras, como Nyarlathotep, El Dandy y otros nombres que mayormente son con las iniciales R F (como Rudin Filaro, Richard Fannin, Rusell Faraday, entre otros). Se le atribuye además el arquetipo de provocador de plagas o al del anticristo El Judío Errante
  Su apariencia- o más bien su personaje, según leí- fue inspirado por un compañero peculiar de King en la universidad, que llevaba pantalones jeans tejanos, botas de vaquero y una campera de cuero negra, y que solía hacer autostop. Además, colecciona y se prende pines, y siempre lleva consigo panfletos de grupos como Ku Klux Klan y las Panteras Negras
  Entre sus poderes y habilidades se encuentra la telepatía, la teletransportación, el control de lobos y cuervos, transformar objetos y personas, cambiar de apariencia, entre otros. 
   
   Todo lo descrito anteriormente de este personaje tan importante en novelas de Stephen, como en Apocalipsis (ya reseñado en mi blog), Los Ojos del Dragón y la Saga de La Torre Oscura, es para
mostrarles este hermoso y cautivador poema de la autoria de Stephen King y dedicado a este personaje tan demoníaco y morboso. Espero que lo disfruten y se animen a leer las novelas de este gran escritor...

El Hombre Oscuro

He cruzado el humeante camino
de senderos martillados por el sol y
he despedazado cenizas;
he montado ferrocarriles
y he sableado severidad en el
pórtico silencioso del interior de la selva:
Soy un hombre oscuro.
He montado ferrocarriles,
y he pasado la fanfarronería
de las desesperadas casas con falsas chimeneas
y he oído desde el exterior
el tintineo de un cubito de hielo
mientras las puertas cerradas rompían el mundo...
y sobre todo ello, una luna con una hoz salvaje
sableaba mis ojos con huesos de luz.
He dormido en evidentes pantanos
donde el tufo de almizcle
se mezcla con el olor sexual de los podridos cipreses
donde el fuego de bruja se aferra a hundidas
psico-esferas del bautismo...
y he oído el suspiro de las sombras
en una destripada casa de columnas,
la sanguijuela con vides
habla a un sobresaliente cielo de champiñón.
He alimentado con monedas de diez centavos a las máquinas
en todas las gasolineras de la noche
mientras el tráfico en una loca y fluida llama,
he manchado de rojo seis veredas de oscuridad
y he respirado el cortante viento autoestopista,
en el arcén con el pulgar levantado,
y vi ensombrecidas caras satisfechas
con calentadores detrás de las gafas de seguridad,
caras sonrojadas como lunas satisfechas
en hendidas órbitas monstruosas,
y en un repentino destello de la yugular,
frío como el centro de un sol,
forcé a una chica en un campo de trigo
y la dejé desgarbada junto con pan virgen,
un sacrificio salvaje
y un signo de aquellos que se arrastran
en fijos caminos:


Soy un hombre oscuro.



1 comentario:

  1. Excelente y ameno artículo sobre el hombre sin oscuro sin rostro.

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